Triste está el atardecer.
Llora por aquellos que se han aprovechado de su tibia luz.
Tristes lucen sus nubes, grises y pesadas.
En medio de la tristeza, hay algo de rabia.
Rabia naranja, salvaje, indigna.
Rabia naranja, salvaje, indigna.
Descollando entre la rabia, duelo.
Duelo malva.
Aquel que apenas empieza a teñirse en el pecho
con la nefasta promesa
de consumirlo todo
en un oscuro letargo.
Duelo malva.
Aquel que apenas empieza a teñirse en el pecho
con la nefasta promesa
de consumirlo todo
en un oscuro letargo.
Entre todo esto, el azul asoma mínimos visos,
sugiriendo con ahogo que la esperanza no se pierde.
sugiriendo con ahogo que la esperanza no se pierde.
El sol destella lánguido y cansado,
en protesta por sus días de tibieza
sin ningún gesto grato a cambio.
en protesta por sus días de tibieza
sin ningún gesto grato a cambio.
Triste es el panorama.
Un compendio de matices desairados.
Un arco iris contrasta entre las lágrimas,
la agridulce ambrosía de colores
y el letargo de los rayos.
Un compendio de matices desairados.
Un arco iris contrasta entre las lágrimas,
la agridulce ambrosía de colores
y el letargo de los rayos.
Lo observo. Y no se exactamente lo que más me conmueve.
Si su incosolable desdicha o la impecable majestuosidad de su fachada.
1 comentario:
Muy triste......muy pero muy triste!
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