Ayer en la tarde recibí una llamada que me hizo reflexionar acerca de muchas cosas. Es algo de lo que no quiero dar detalles, porque en realidad deseo de corazón que suceda. Solo sé que esto me hizo pensar acerca de como buscar salidas, cuando todas las puertas parecen estar cerradas con 3 candados y ninguna de las llaves que se tiene en el bolsillo sirve. Y cuando finalmente se logra abrir una de las puertas, sorpresa, te encuentras con 100 puertas mas. En este momento, solo puedo decir que confío en que finalmente la puerta se abra para salir al otro lado.
El fin de semana pasado me sentí con ganas de subirme a un avión sin rumbo e irme muy lejos de este limbo. Ese es mi objetivo en este preciso instante: encontrar ese avión que me lleve lejos y poder girar este mundo en los 180 grados que tanto estoy necesitando. Y antes de que esto se vuelva un ridículo discurso maníaco depresivo, pongo punto final.
PD: No estoy maníaco depresivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario